¿Cómo Rodrigo y Valeria superaron los obstáculos al formalizar su negocio?

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Ana María Cárcamo Quintanilla

Lic. en Finanzas Empresariales | Content Marketing Manager

 ¿Qué tal Amigos? Esta es la primera de una serie de artículos, que ha preparado con mucho entusiasmo, el equipo de hazconta.com.

Te has hecho en alguna ocasión una de las siguientes preguntas:

En esta lección intentaremos responderlas de una forma clara y sencilla. Demos inicio entonces a nuestra ¡Primera Lección relativa a los famosos Comprobantes
de Crédito Fiscal (CCF) y Facturas de Consumidor Final (FCF)! ¡Comencemos!

Primero, veamos la historia de Valeria y Rodrigo, una peculiar pareja de amigos nuevos en el mundo de los negocios y cuyo pequeño emprendimiento es prometedor. 

Resulta que, estos dos jóvenes emprendedores, ¡Venden comida rápida! ya saben: hotdogs, hamburguesas, tortas, emparedados y papas fritas, y su lema les hace justicia: ¡Con salsas de sabores fuera de lo común! En efecto, este aspecto es el que les ha permitido crecer aceleradamente. Es por esta razón que deciden formalizar sus operaciones, patentar sus recetas y registrar su nombre.

En ese momento caen en cuenta que les va a tocar reportar al Ministerio de Hacienda sus operaciones, pagar impuestos y muchas cosas más que por el momento desconocen. Se dan cuenta entonces que para esto ¡no basta solo dar recibos informales! ahora deben formalizar cada venta y compra, de no hacerlo podrían meterse en serios problemas que podrían acabar hasta en cárcel. Reflexionan sobre las sanciones, la desconfianza que esto podría generar en los proveedores y clientes y una posible mancha en la reputación de su negocio que apenas empieza a crecer. Valeria y Rodrigo entonces deciden conducir su negocio de la mejor forma, siguiendo todas las leyes para así tener un negocio acorde a estas.

Al carecer de los conocimientos necesarios, Valeria y Rodrigo se encuentran con la duda: ¿Cuál es entonces el siguiente paso a seguir? Y así evitar problemas con sus impuestos.

 Acuden nuevamente a Juan y resulta que, ¡ahora deben hacer frente al reto de conseguir la documentación legal en regla! pero ¡¿a qué se refiere?! se preguntan los jóvenes. Juan continúa explicándoles: “¡Antes de comenzar a comprar y vender deben tener listos dos elementos de suma importancia para el efectivo funcionamiento de su negocio! estos documentos son:

Comprobantes de Crédito Fiscal o
CCF

Sirven en el caso que adquieran mercadería de Contribuyente a Contribuyente, siempre que dicha mercadería sea parte del Inventario, Gastos generales necesarios para el negocio o Activo Fijo (muebles, aparatos electrónicos, electrodomésticos, maquinaria, herramientas y equipo necesarios para el negocio.

Facturas de Consumidor Final o
FCF

Que son el documento que entregan cuando venden a su consumidor final.

En ambos casos los documentos deben incluir: qué compraron, cuánto compraron, a qué precio y no menos importante el Impuesto al Valor Agregado “IVA”

Como aclaración importante, este impuesto (IVA) le corresponde pagarlo al consumidor final y ya va incluido en el precio de venta. En futuras lecciones te diremos como saber calcular el IVA que deberás aplicar a los Bienes y Servicios que ofrece tu negocio. Y son los contribuyentes (los comercios), los encargados de recaudar el impuesto, y trasladar el dinero al Ministerio de Hacienda durante los primeros 10 días hábiles de cada mes, por medio de lo que se denomina, la declaración de IVA, pero todo este tema se explicará en más detalles en siguientes lecciones, y es por eso que debes guardar toda la documentación que tu negocio genere puesto que más adelante lo utilizarás….

Continuando con nuestra historia, Juan les expone algunos ejemplos: “¡Cuando ustedes compran el refrigerador para mantener frescos los alimentos que van a vender, les deben entregar un Comprobante de Crédito Fiscal (CCF), al igual que al momento de comprar todo lo necesario para elaborar sus salsas y comidas, sin embargo, en caso de comprar una cafetera para su oficina por ejemplo, tienen que recibir una factura”, entonces interrumpe Rodrigo: “…¡Pero en ese caso hay una compra de contribuyente a contribuyente para la oficina del negocio!”, a lo que Juan responde, “Es cierto, lo usarás para la oficina del negocio, aunque la pregunta que debes hacerte es: ¿Es, la cafetera que he comprado para la oficina, necesaria para la operatividad de mi negocio? Si la respuesta es No, la compra de la cafetera No es necesaria para la operatividad de mi negocio, no representa entonces un Crédito Fiscal Deducible; en caso contrario si se fuera a utilizar dicha cafetera para vender café a los clientes, entonces representa un Crédito Fiscal Deducible, lo que significa que podrán solicitar un Comprobante de Crédito Fiscal para reducirlo de sus impuestos.

Esta información fue de gran ayuda para ellos, pero Rodrigo le explica a Valeria que no pueden invertir en una asesoría especializada, lógicamente la única opción que les queda es buscarla por sus medios. Valeria sugiere que investiguen en los sitios oficiales de la Administración Tributaria (portal del Ministerio de Hacienda) y en las leyes respectivas (Código Tributario: sección quinta).

A pesar de que apenas entienden la información que encontraron, ¡les urge empezar a recuperar la inversión que hicieron anteriormente! por eso deciden obtener sus Comprobantes de Crédito Fiscal (CCF) y Facturas de Consumidor Final, de esta forma se ponen a buscar imprentas cercanas y seleccionan una, pero ¡OJO!, después de leer las sanciones por imprimir y usar documentos provenientes de imprentas no autorizadas, se aseguraron de llamar y verificar que dicha imprenta cuenta con los permisos del Ministerio de Hacienda. Luego solicitaron la autorización para imprimir correlativos fiscales, según el procedimiento que encontraron en la página HAZCONTA.COM, donde también encontraron los formatos de cada tipo de documento, para no omitir ninguno de los requisitos formales que la ley exige, ya que si faltara alguno, las multas rondan entre el 30% de la venta de cada documento erróneo o dos salarios mínimos, el que fuera mayor. Con esto Rodrigo y Valeria se quedaron más tranquilos, al hacer todo acatando la ley, ¡ya que realmente les preocupaba que por un error que pudiera parecer pequeño, tuvieran que pagar tanto en multas!.

¡Perfecto! Ya tienen los CCF y las FCF, ahora empieza lo bueno. Inician operaciones y surge su primera tarea: ¡realizar una gran compra de platos desechables, vasos, pajillas y servilletas! Todos estos materiales los compran a una misma empresa que emite y entrega un Comprobante de Crédito Fiscal (CCF). Por ley, Rodrigo recibió el documento original más una copia (triplicado), mientras que la empresa a la cual le compraron, es decir, su proveedor, conserva por lo menos un duplicado.

Luego, Rodrigo y Valeria ponen en práctica la emisión y entrega de Facturas de Consumidor Final (FCF). En el caso las compras de sus clientes son mayores a $12.00 (doce dólares) se les entrega una Factura de Consumidor Final, en este documento se detalla la fecha de operación, el monto de la transacción, datos del vendedor y del comprador. En el caso contrario, clientes cuyas compras sean iguales o menores a $12.00, se les entrega una Factura Simplificada. La diferencia entre la Factura de Consumidor Final y la Factura Simplificada radica en que no se detalla la información del comprador. Y en cualquiera de los dos escenarios, entregan una copia a los clientes y Rodrigo y Valeria conservan el documento original.

Ahora que estos jóvenes están en marcha con todo en orden, podremos conocer los nuevos desafíos para esta pareja en los siguientes artículos.

Espero hayas aprendido junto a Valeria y Rodrigo el uso y emisión  de los Comprobantes de Crédito Fiscal (CCF) y las Facturas de Consumidor Final (FCF). Recuerda siempre visitar y explorar nuestra página web hazconta.com donde encontrarás Documentos relevantes, modelos oficiales de CCF y FCF, así también como artículos y documentos con detalles que no debes omitir. Recuerda dejar tu comentario y/o tus dudas sobre esta primera lección así como aquellos temas que te gustaría que explicáramos con mejor detalle en cada una de estas lecciones.

¡Hasta la próxima lección entonces!

Resumen del Tema

  • Al registrar de forma oficial tu empresa en el Centro Nacional de Registros, CNR, deberás dar cuentas siempre al Ministerio de Hacienda.
  • Entre aquello que debes dar cuenta se encuentra los Impuestos.
  • Dos de los primeros documentos esenciales para comenzar las actividades de tu negocio son: los Comprobantes de Crédito Fiscal o en nombre abreviado CCF; y la Factura de Consumidor Final o FCF
  • Hay algo llamado IVA que está muy relacionado tanto con los CCF como los FCF, e IVA es el nombre abreviado de Impuesto al Valor Agregado.
  • Si quieres saber si algo que compraste para tu negocio debes solicitar un CCF, te debes hacer la pregunta ¿Este bien o servicio es necesario para la operatividad de mí negocio? Si la respuesta es sí deberás entonces solicitar el CCF
  • Para adquirir tanto CCF y FCF deberás dirigirte a alguna Imprenta Validada, por el Ministerio de Hacienda, para imprimir tus documentos.
  • Al adquirir algún bien o servicio para tu negocio solicitarás un CCF y tú deberás quedarte con el original más una copia (triplicado) y al que le has comprado se quedará con  al menos dos Copias.
  • Recuerda que existe la Factura de Consumidor Final (FCF) y la Factura Simplificada.
  • Recuerda emitir una Factura de Consumidor Final (FCF) cuando la compra que te han realizado es mayor a $12.00 (Doce dólares).
  • Recuerda que puedes emitir una Factura Simplificada cuando la compra que te han realizado es igual o menor a $12.00 (Doce dólares).

Eso es todo. Gracias y nos vemos en la próxima.

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